Liliana Bogarín Cáceres nos habla de Enigmas de mi esencia
Liliana Griselda Bogarín Cáceres nació el 29 de noviembre de 1980 en Paraguay. Ávida lectora desde niña y especialmente motivada por su abuela Esther Paredes, Liliana se dio cuenta muy pronto de que le gustaba escribir. A los quince años escribió su primer poema, un “poema – novela”, como ella lo califica. Si bien después paró de escribir por un tiempo, la semilla ya estaba plantada. Una semilla que, con el paso del tiempo germinaría para dar lugar a la poeta que es hoy en día, siempre sigue adelante. Pues, al igual que dijo Machado en su bella poesía, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Cuando Liliana compartió sus poemas en las redes sociales le sorprendió gratamente la reacción de la gente. Miles de personas la seguían desde todos los rincones del mundo, siempre a la espera de un nuevo poema. A esto se sumaba el apoyo de su familia pues, personas como su madre Griselda estuvieron siempre prontas a ayudarla, evitando que cayese en los momentos difíciles como cuando Liliana debió enfrentarse a ciertos protocolos de la sociedad en la que vivía, que no veía con buenos ojos que alguien como ella se dedicase a la escritura. Así, dispuesta a cambiar la sociedad, siguió adelante con su proyecto, convencida de que podía transmitir sus pensamientos y sentimientos de una forma hermosa como la poesía, y con ello motivar a otros jóvenes paraguayos que quisieran seguir su ejemplo.
Liliana ya ha publicado su primer poemario, Verdades y versos de miel, el cual se encuentra a la venta en varias librerías de Paraguay. Y en unas pocas semanas sacará un nuevo poemario, Enigmas de mi esencia, con la editorial Rincón del lector. En este caso el libro será capaz de, al igual que las redes sociales, hacerle cruzar fronteras, dando con ello la posibilidad a todos sus lectores de adquirirlo a través de plataformas como Amazon. Esto le permitirá hacer realidad su sueño de llegar a muchas personas con su arte.
A Liliana le gusta escribir en cualquier momento, por lo que siempre lleva un cuaderno y un bolígrafo a mano para apuntar los poemas que le vienen a la mente, incluso en los momentos más insospechados. Estos poemas, plasmados en su nuevo poemario, dan una buena perspectiva al lector, brindándole un momento agradable en medio de los problemas, además de la oportunidad de aumentar su intelectualidad.
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