Lic. Liliana Bogarín

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En un castillo no muy pequeño, y muy lejano, vivía una hermosa princesa vestida de luz y amor. Esta bella princesa se llamaba Adara, y su nombre significaba “belleza” en griego.
Ella no soportaba verse rodeada de tanta envidia, y empezó a luchar contra sus temores, su ego y su maldad. Esos eran sus enemigos, hasta que se dio cuenta de que no solo debía luchar contra esos monstruos, sino también, contra unos dragones llamados “Chisme”, “Egoísmo” y “Desidia”

Así que la princesa llamó a la “Paciencia”, y así, el “Chisme” se tuvo que apagar.
El dragón “Egoísmo” arremetió su poderío contra la princesa Adara, pero con “Generosidad” pudo vencerlo.
Por eso, el dragón “Desidia”, se rindió ante el Angel “Serenidad”.
Y así, la bella princesa Adara tuvo paz, por mucho tiempo, en su corazón y en su vida.

¿Qué nos enseña este cuento?
Que nada hay en esta vida que tengas asegurado. Ni la victoria, ni el fracaso. Nada debe hacerte perder la Fe o enorgullecerte.
Recuerda, siempre es mejor dar que recibir.
Y así como la princesa Adara tenía sus defectos y temores, nadie es perfecto.
Lo que debe ser, será.
Enfrenta tus miedos con paciencia, serenidad y sobretodo con generosidad.

Autora: Liliana Bogarín Cáceres.
Fecha: 27 de Junio de 2020.
Lugar: Asunción, Paraguay.