CAPITULO 2
Al amanecer, había escampado. Había llovido toda la tarde y la noche del día anterior. Lenna tenía un propósito en la vida: poder estudiar Psicología. Era un sueño que aun no podía cumplir, quizás por la falta de tiempo y también de dinero. Pero sobretodo le faltaba sentirse apoyada y valorada. En su vida nunca nadie la había valorado lo suficiente, y mucho menos un hombre. Lenna soñaba con un hombre que la valore, nada más. Realmente cuando le preguntaban, ella sólo quería bromear al decir que debe ser muy adinerado. Eso no le importaba demasiado. -“Bueno, es hora de ir a trabajar”- se dijo a sí misma. Vestida con una blusa color bordó, y una pollera negra, zapatos de tacos altos color bordó al juego, y acompañada de un maquillaje natural y una sonrisa alegre, hoy le tocaba visitar a la señora Roxana Di Forte. Al llegar a la hermosa mansión, le abrió la puerta una de las sirvientas.- Adelante señorita- le dijo Aramí, una fiel empleada doméstica de hace años. -¡Muchas gracias!- le dijo Lenna. Pasaron solamente 15 minutos para que aparezca la señora Di Forte. Vestida con un pantalón al cuerpo color beige, y una blusa color verde con detalles blancos, parecía que nunca estaba de “entrecasa”, al contrario, siempre se la encontraba bien vestida. -¿Cómo estás Lenna?- saludó la señora Di Forte. -¡Muy bien Roxana! Vengo a traerte tu pedido. ¡Estás espléndida! Lenna a pesar de todo conservaba su optimismo y trataba de caer bien a las personas. -Hoy tengo algo que preguntarte- dijo la señora Di Forte. -Si dime Roxana- le respondió Lenna. -Quisiera saber si podrías acompañarme a un congreso sobre dermatología- y siguió hablando- es que me interesa saber más cosas y creo que podría serte útil. Lenna quedó contenta con la invitación y le aceptó. Sería en 15 días el congreso y ella no podía perderse eso. Especialmente viniendo de alguien tan importante como la señora Roxana Di Forte, que era doctora en Medicina, por cierto.
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